¿Qué pasa cuando retraso mi maternidad?
Cada vez retrasamos más la maternidad, ya sea por nuestro modo de vida, nuestras prioridades o las opciones laborales, pero el tiempo pasa y nuestra capacidad para quedarnos embarazadas disminuye. Inevitablemente, la edad y los factores externos afectan a nuestro organismo, en concreto a la cantidad y calidad de óvulos (u ovocitos), que tenemos.
Aunque aún no te hayas planteado si serás madre en un futuro, un estudio de tu reserva ovárica es un procedimiento sencillo y, sabiendo la cantidad y la calidad de tus ovocitos, podrás tomar decisiones como adelantar la maternidad, vitrificar los ovocitos para el futuro, o incluso plantearte un tratamiento de reproducción asistida.
¿Qué es la reserva ovárica?
La reserva ovárica es un indicador del número de óvulos que contienen los ovarios de una mujer. Básicamente, esta reserva ovárica, que es finita, va reduciéndose progresivamente con cada menstruación y a medida que la mujer va cumpliendo años. Este parámetro influye decisivamente en las probabilidades de lograr un embarazo, tanto de forma natural como con técnicas de reproducción asistida.
¿Cuándo se debe hacer un análisis de la reserva ovárica?
La reserva ovárica es esencial para lograr un embarazo, tanto de forma natural como con algún tratamiento de reproducción asistida. Cuanto antes se realice el estudio mejor. A partir de los 25 años suele ser una edad recomendada, pero para tomar la decisión más adecuada, cuanto antes mejor.
Una edad clave son los 35 años, a partir de este periodo la reserva ovárica empieza a disminuir de forma más acusada. Una vez pasados los 40 años, la reserva ovárica es muy reducida y en los años posteriores se agota. Además, debemos tener en cuenta que con los años disminuye no sólo la cantidad de ovocitos sino especialmente su calidad, por eso es importante actuar desde una edad temprana.
Cantidad y calidad de los ovocitos
La reserva ovárica empieza a caer de forma más acusada a partir de los 35 años, de forma que en torno a los 38 suele ser baja, a los 40 es muy reducida y a partir de los 43 se estima que está prácticamente agotada. Por otro lado, hay que tener en cuenta que a medida que la reserva ovárica desciende en cantidad también lo hace la calidad de los óvulos. Es decir, los óvulos que van quedando están envejecidos y tienen más riesgo de anomalías que los hacen menos aptos para lograr un embarazo viable.
La cantidad y calidad ovocitaria puede deberse a:
- Defectos congénitos que afectan al tracto reproductor
- Cáncer o tumor
- Diabetes
- Consumo excesivo de alcohol y otras sustancias tóxicas
- Ejercicio excesivo
- Trastornos alimentarios como la obesidad o desnutrición
- Crecimientos (como miomas o pólipos) en el útero y el cuello uterino
- Medicamentos tales como fármacos quimioterapéuticos
- Desequilibrios hormonales
- Edad avanzada
- Quistes ováricos y síndrome de ovario poliquístico (SOP)
- Infección pélvica que resulta en una cicatrización o una inflamación de las trompas de Falopio (hidrosalpinx) o enfermedad inflamatoria pélvica (EIP)
- Cicatrización a raíz de infección de transmisión sexual, cirugía abdominal previa o endometriosis
- Tabaquismo
- Cirugía para evitar el embarazo (ligadura de trompas) o falla de la cirugía de recanalización de trompas (reanastomosis)
- Enfermedad tiroidea
Beneficios del análisis de la reserva ovárica
Una buena salud hace que la calidad de vida de una persona sea mejor. Y para tener una buena salud, la medicina preventiva es uno de los pilares; por ello, las revisiones ginecológicas son una de esas acciones que debemos hacer cada año.
En Reproducción Humana, dentro de la revisión ginecológica recomendamos realizar un estudio. Sencillamente consiste en una ecografía o análisis de sangre, y ya estarás informada de tu reserva ovárica y podrás actuar en consecuencia.
Con el estudio de la reserva ovárica le ganarás tiempo al tiempo, y podrás decidir sobre tu futura maternidad. Nuestros especialistas, dependiendo de tus resultados te recomendará la mejor opción. Por ejemplo, en el caso de que tengas una reserva ovárica disminuida, pero no quieras adelantar tu maternidad, la mejor opción es vitrificarlos (congelarlos para preservar tu fertilidad).