Control de Embarazo: Normal y de Alto Riesgo

El control prenatal es fundamental para garantizar el bienestar de la madre y el bebé durante el embarazo. A través de consultas médicas regulares, se monitorea el desarrollo del feto, se identifican posibles complicaciones y se brindan recomendaciones para un embarazo saludable.

Control de Embarazo Normal

Se considera un embarazo normal o de bajo riesgo cuando la madre no presenta enfermedades preexistentes ni complicaciones obstétricas. En estos casos, el control prenatal incluye:

Consultas médicas regulares (mensuales en el primer y segundo trimestre, cada dos semanas en el tercer trimestre y semanales después de la semana 36).
Ecografías obstétricas para evaluar el crecimiento y desarrollo del bebé.
Pruebas de laboratorio (hemograma, glucosa, grupo sanguíneo, pruebas de infecciones, entre otras).
Monitoreo de presión arterial y peso materno.
Suplementación con ácido fólico, hierro y otros nutrientes esenciales.
Consejos sobre alimentación, actividad física y preparación para el parto.

Control de Embarazo de Alto Riesgo

Un embarazo se clasifica como alto riesgo cuando hay condiciones que pueden afectar la salud de la madre o el bebé. Algunas de estas condiciones incluyen:

Enfermedades maternas preexistentes como diabetes, hipertensión o problemas cardíacos.
Edad materna avanzada (mayores de 35 años).
Embarazos múltiples (gemelos, trillizos, etc.).
Antecedentes de abortos recurrentes o partos prematuros.
Complicaciones obstétricas actuales como preeclampsia, restricción del crecimiento fetal o placenta previa.

En estos casos, el seguimiento es más estricto y puede incluir:

Consultas médicas más frecuentes y monitoreo continuo.
Ecografías especializadas y doppler fetal para evaluar el flujo sanguíneo en la placenta.
Monitoreo de la frecuencia cardíaca fetal (pruebas de bienestar fetal).
Control de glucosa y presión arterial para prevenir complicaciones.
Hospitalización en casos de riesgo severo.

En Reproducción Humana, ofrecemos un control prenatal integral para embarazos normales y de alto riesgo, con un equipo de especialistas en ginecología y obstetricia que garantiza la mejor atención para la madre y el bebé en cada etapa del embarazo.