¿Qué es un embarazo de alto riesgo?
Un embarazo de alto riesgo es un embarazo que pone en riesgo la salud o la vida de la madre o del feto. A menudo requiere atención especializada de proveedores especialmente capacitados.
Algunos embarazos se vuelven de alto riesgo a medida que progresan, mientras que algunas mujeres tienen mayor riesgo de tener complicaciones incluso antes de quedar embarazadas, por diversas razones.
Los cuidados prenatales regulares desde el inicio del embarazo ayudan a muchas mujeres a tener embarazos saludables y partos sin complicaciones.
Los factores de riesgo para los embarazos de alto riesgo pueden incluir los siguientes:
- Afecciones de salud existentes, como presión arterial alta, diabetes o ser VIH positivo.
- Sobrepeso y obesidad. La obesidad aumenta el riesgo de tener presión arterial alta, preeclampsia, diabetes gestacional, mortinatalidad, defectos del tubo neural y parto por cesárea. Los investigadores del NICHD hallaron que la obesidad puede aumentar en un 15 % el riesgo de problemas cardíacos de los bebés al nacer
- Nacimientos múltiples. El riesgo de complicaciones es mayor en las mujeres embarazadas con más de un feto (mellizos y otros embarazos múltiples). Las complicaciones comunes incluyen preeclampsia, trabajo de parto prematuro y nacimiento prematuro. Más de la mitad de los mellizos y hasta el 93 % de los trillizos nacen con menos de 37 semanas de gestación.
- Madres jóvenes o de edad avanzada. El embarazo en adolescentes o mujeres de 35 años de edad o más aumenta el riesgo de preeclampsia y presión arterial alta gestacional.
¿Debo realizarme pruebas especiales?
Dependiendo de las circunstancias, tu proveedor de atención médica podría recomendar:
- Ecografía especializada o con diana específica. Este tipo de ecografía fetal, una técnica de imágenes que utiliza ondas sonoras de alta frecuencia para generar imágenes de un bebé en el útero, apunta a un problema sospechado, como un desarrollo anormal.
- Análisis para detección de ADN fetal libre. Durante este procedimiento, se extrae ADN de la madre y del feto, de una muestra de sangre materna, y se examina el ADN del feto para detectar un aumento del riesgo de que el bebé padezca determinados problemas cromosómicos.
¿Qué más tengo que saber sobre un embarazo de alto riesgo?
Habla con tu proveedor de atención médica sobre cómo manejar cualquier afección médica que experimentes durante el embarazo y cómo tu salud podría afectar el trabajo de parto y el parto. Comunícate con tu proveedor de atención médica si presentas lo siguiente:
- Sangrado vaginal o secreción vaginal acuosa
- Dolores de cabeza intensos
- Dolor o calambres en la parte inferior del abdomen
- Disminución de la actividad fetal
- Dolor o sensación de ardor al orinar
- Cambios en la vista, incluida visión borrosa
- Hinchazón repentina o severa en la cara, las manos o los dedos
- Fiebre o escalofríos
- Vómitos o náuseas persistentes
- Mareos
- Pensamientos sobre lastimarte a ti misma o a tu bebé
Un embarazo de alto riesgo puede tener altibajos. Haz todo lo posible por mantener una actitud positiva mientras tomas medidas para promover un embarazo saludable.