Las causas más frecuentes de infertilidad en hombres y mujeres

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La infertilidad afecta aproximadamente a 1 de cada 6 parejas. Tanto la infertilidad masculina como la femenina afectan a un 30% de las parejas. En el 20% de los casos se debe a un problema en ambos miembros de la pareja, mientas que otro 20% corresponde a una causa inexplicable que no puede ser identificada.

Se puede considerar este diagnóstico cuando se da una incapacidad de lograr un embarazo después de un año de actividad sexual sin protección. María del Puy Sánchez Fernández, ginecóloga de la unidad de reproducción asistida del Hospital Universitario Sanitas de la Zarzuela, desvela algunas cuestiones sobre este tema que a tantos preocupa.

¿Qué pruebas deben hacerse ambos para descartarla?

Ambos miembros deberán contar con una historia clínica y un examen físico. En el caso de la mujer, suele ser estudio hormonal mediante una analítica de sangre, una ecografía y una histerosalpingografía, aunque el número de pruebas puede ampliarse en función de la paciente.

Mientras que ellos deberán realizarse un seminograma o estudio de la calidad del semen. Para estudiar la fertilidad masculina se lleva a cabo un análisis donde se testea el número, la movilidad y la forma de los espermatozoides. Un resultado idóneo para concebir es tener más de 39 millones de espermatozoides en el eyaculado, los cuales han de tener al menos 32% de movimiento progresivo y un 4% de formas normales. “Cuando se tienen cantidades menores, la probabilidad de embarazo desciende de forma considerable”, explica la experta ginecóloga.

¿Qué causa la infertilidad masculina?

Hay cuatro causas principales de infertilidad en los hombres:

1. Un trastorno hipotalámico o pituitario (1-2%).

2. Trastorno gónadas (30-40%).

3. Trastorno de transporte de los espermatozoides (10-20%).

4. Causas desconocidas (40-50%).

¿Qué puede reducir la calidad de los espermatozoides

Además, existen múltiples causas para una disminución en el número, movilidad o morfología de los espermatozoides o la falta de estos:

1. Una condición genética preexistente.

2. El uso de alcohol, tabaco u otras drogas.

3. Parotiditis (paperas) después de la pubertad.

4. Trastornos hormonales.

5. Infecciones o presencia de anticuerpos.

6. Alteraciones en el número de cromosomas.

7. Alteraciones tiroideas, diabetes y obesidad extrema.

8. Insuficiencia renal y hepática.

9. Toma de determinados fármacos.

10. Situaciones de estrés.

11. La exposición a sustancias químicas tóxicas o radiación.

12. El uso de ropa interior apretada o restrictiva.

13. Problemas con la eyaculación.

¿Cómo se trata la infertilidad masculina?

Puede ser tratada por métodos convencionales que incluyen:

1. La toma de suplementos alimenticios con antioxidantes, minerales y ácidos grasos que favorecen las espermatogénesis o proceso de formación de las células sexuales masculinas.

2. La toma de antibióticos para el tratamiento de la infección, si la hubiera.

También existen alternativas como la fecundación in vitro, ya que disminuye mucho el número de espermatozoides necesarios para la consecución del embarazo.

¿Se puede prevenir?

No hay nada que se pueda hacer para prevenir la infertilidad masculina causada por problemas genéticos o enfermedades. Sin embargo, la ginecóloga sí recomienda evitar el consumo de alcohol o tabaco.

A diferencia de las mujeres, para los hombres la edad no es determinante ya que la producción de espermatozoides se mantiene hasta edades bastante avanzadas. A pesar de ello, la experta asegura que sí hay evidenciad de que va disminuyendo con los años, así como también se ven determinados parámetros funcionales o genéticos.

¿Qué causa la infertilidad femenina?

El 80% de los casos de la esterilidad femenina se debe a cuatro causas:

1. Edad avanzada. Es la más frecuente en nuestra sociedad actual. A partir de los 35 años el potencial reproductivo disminuye y después de los 40 años, la posibilidad de embarazo es menor del 10%.

2. Un factor tubárico. Alrededor del 25% de los casos de esterilidad femenina se debe a un factor tubárico, es decir, cuando las trompas de Falopio se encuentran con algún tipo de lesión. Si es así, el único tratamiento indicado para conseguir el embarazo es la fecundación in vitro.

3. Endometriosis. Se da cuando el tejido endometrial uterino se encuentra fuera del útero. Lo más frecuente es que la endometriosis derive en dolor e infertilidad.

4. Síndrome de ovarios poliquísticos. Las mujeres con el síndrome de ovarios poliquísticos presentan ciclos menstruales irregulares e incluso ausencia de menstruación. Por este motivo, tendrán problemas para quedarse embarazadas y desencadenará problemas de fertilidad.

5. Otros factores de riesgo son: obesidad, ejercicio intenso, trastornos hormonales, miomas, enfermedades de transmisión sexual, diabetes, cáncer, enfermedad de tiroides, asma, depresión, o la toma de cierta medicación como antidepresivos.

¿Se puede prevenir?

Sucede lo mismo que en el caso de los varones, no hay nada que hacer ante problemas genéticos, enfermedades crónicas o la edad. Sin embargo, las féminas al igual que deben seguir los mismos consejos que los hombres –evitar el alcohol y el tabaco–, también deberán tener especial cuidado para evitar las enfermedades de transmisión sexual.

Lo mejor opción para aquellas mujeres que decidan posponer la maternidad y no quieran tener problemas es la vitrificación de ovocitos en edades tempranas (alrededor de los 35 años).

Esta técnica permite que los óvulos conseguidos tras la estimulación ovárica sean criopreservados para usarlos posteriormente cuando la paciente decida, con el mismo pronóstico que tenía en el momento de ser congelados. Las tasas de supervivencia de los ovocitos son elevadas, permitiendo retrasar la maternidad con garantías razonables.

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