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PREGUNTAS FRECUENTES

Reproducción Asistida

No. Aunque a menudo se usan de manera indistinta, lo cierto es que los especialistas hablamos de esterilidad cuando una pareja  lleva más de un año tratando de lograr un embarazo sin conseguirlo a pesar de mantener relaciones sexuales sin métodos contraceptivos. La infertilidad responde a la imposibilidad de lograr un niño a término a pesar de que logre embarazarse. Si la mujer es mayor de 36 años el plazo se reduce a seis meses.

No. A pesar de las mejoras logradas en diferentes aspectos de salud a lo largo de los años, de que vivimos más y de que en líneas generales gozamos de mayor calidad de vida, el margen no se ha ampliado cuando hablamos de fertilidad femenina. De esta forma, aunque en otros aspectos médicos y sociales los 40 son los nuevos 30, lo cierto es que en fertilidad no es así. Aunque hay que resaltar que la mejora en las Técnicas de Reproducción Asistida nos ha mejorado algo los resultados, de manera global, no.

Aunque hay condicionantes genéticos y patologías que perjudican la fertilidad, lo cierto es que los hábitos de vida influyen decisivamente en la posibilidad de lograr un embarazo de manera natural. Llevar una dieta sana, vigilar los niveles de vitamina D, hacer ejercicio, mantener un peso saludable, no fumar y limitar la exposición a ciertos agentes químicos y factores ambientales como la contaminación son importantes a la hora de cuidar nuestra salud reproductiva, tanto en el hombre como en la mujer. Está sobradamente demostrado que los factores ambientales dañan considerablemente la calidad del semen y que el tabaco perjudica la fertilidad femenina.

Legalmente en Honduras no, pero hay una especie de norma no escrita según la que nos regimos prácticamente todos los especialistas en reproducción asistida y no aplicamos estos procedimientos por encima de los 50 años.

Sí. Puedes preservar tu fertilidad vitrificando ovocitos antes de los 34 o 35 años y usarlos posteriormente para ser madre con tus propios óvulos. Las investigaciones más recientes revelan que los óvulos preservados conservan la misma calidad que los frescos en tratamientos de reproducción asistida. Por otro lado, si no vitrificaste tus óvulos puedes recurrir a fecundación in vitro con óvulos de donante. Es un procedimiento con el que estamos logrando una tasa muy elevada de éxito porque se lleva a cabo con óvulos donados por mujeres jóvenes y sanas.

Donar óvulos es más sencillo de lo que parece. El proceso dura apenas doce días en total, no duele y tampoco perjudica la fertilidad de la donante, ya que dona los óvulos que de todas formas se perderían con la menstruación. Se realiza en un entorno hospitalario completamente seguro y se garantiza el anonimato. La única compensación económica que se realiza es para resarcir a la donante por las molestias de los desplazamientos al centro de reproducción asistida y de aplicarse el tratamiento de estimulación hormonal necesario para llevar a cabo el procedimiento.

Legal o médicamente no hay un límite de intentos. La decisión de no seguir probando depende fundamentalmente del desgaste emocional de los pacientes, de sus expectativas… pero lo cierto es que aunque las cifras de éxito han aumentado mucho en reproducción asistida, los procedimientos no siempre culminan con un bebé sano en casa.  Por eso en nuestra unidad disponemos de un equipo de psicólogos que acompañan a los pacientes en un camino que emocionalmente no es fácil.

No. Los procesos de donación no son a la carta. Los especialistas tratamos de buscar características similares entre donante y receptor, pero los pacientes no eligen rasgos como el color del pelo o de los ojos.

Las probabilidades son prácticamente nulas. La ley establece que de un mismo donante de semen no pueden resultar más de seis hijos, la donación es anónima tanto en el caso del esperma como de los óvulos y los embriones congelados sobrantes de procesos de reproducción asistida se dan en adopción en áreas diferentes para reducir aún más la posibilidad de coincidir.

Los gametos son muy delicados y los procesos de congelación tradicional tenían más posibilidades de dañarlos. La vitrificación es un proceso de congelación ultrarrápida que no produce cristales de hielo. Esto conserva mejor el tejido que, además, sufre menos deterioro en la descongelación.

Cuando la mujer es joven pero tiene una baja reserva ovárica o alguna patología que puede perjudicar su fertilidad. Cuando una mujer (sola o en pareja) tiene claro que quiere ser madre pero por diversos motivos desea postergar la maternidad hasta después de los 38 o 39 años, que es cuando sus posibilidades caen drástica y progresivamente. Cuando los pacientes reciben un diagnóstico de cáncer pueden preservar su fertilidad antes del tratamiento oncológico y someterse a tratamientos de reproducción asistida una vez superado el tumor.

Las probabilidades de embarazo múltiple son algo más elevadas en reproducción asistida porque a veces los pacientes prefieren que se les transfieran más de un embrión. No obstante, la tendencia es transferir un único embrión. Cuando se transfiere más de uno siempre es consensuado con los pacientes.

Actualmente, la tecnología Time Lapse nos permite observar la evolución del embrión en su medio casi natural, sin tener que manipularlos o sacarlos del cultivo. Esto permite que se desarrollen sin interferencias externas, de manera que podemos seleccionar los más aptos para la técnica que vayamos a poner en marcha. Gracias al Time Lapse se ha incrementado la tasa de éxito en reproducción asistida porque seleccionamos mejor el embrión que vamos a transferir.

Depende fundamentalmente de la edad de la mujer y de la técnica empleada. En torno a los 35 años, las inseminaciones artificiales tienen un 25% o 30% de éxito por ciclo. La Fecundación in vitro tiene alrededor de un 40% por transferencia. En el caso de la ovodonación el éxito se dispara incluso hasta el 80% porque los óvulos donados pertenecen a mujeres jóvenes.

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Reproducción Humana Honduras