¿Qué es la vitrificación de óvulos?
La vitrificación de óvulos es un procedimiento que consiste en utilizar agentes crioprotectores y nitrógeno líquido para «congelar» los óvulos extraídos previamente de los ovarios de la mujer. De esta manera, los óvulos podrán ser preservados a una temperatura muy baja, concretamente, a -196°C.
La técnica utilizada hoy en día para criopreservar óvulos es la vitrificación. Actualmente se puede escuchar hablar de congelación de óvulos u ovocitos, pero lo correcto es vitrificación.
Indicaciones de la vitrificación de óvulos
La técnica de vitrificación de ovocitos es empleada en los centros de reproducción asistida con dos indicaciones principales, las cuales son mencionadas a continuación.
Preservar la fertilidad femenina
En el caso de la preservación de la fertilidad femenina, esta puede realizarse por causas médicas (si la paciente va a someterse, por ejemplo, a un tratamiento oncológico que va a afectar a su fertilidad) o, simplemente, por deseo de la mujer de posponer la maternidad.
Retrasar la maternidad hasta edades muy avanzadas conlleva una reducción del número y de la calidad de los óvulos que hay en la reserva ovárica de la mujer. Es por esto por lo que la mujer puede tener dificultad para conseguir el embarazo o un mayor riesgo de aborto espontáneo a medida que aumenta su edad. De ahí la importancia de vitrificar los óvulos cuando la mujer aún es joven para utilizarlos más adelante.
Optimizar los ciclos de FIV
La vitrificación de óvulos permite planificar mejor los ciclos de FIV. Esta técnica ofrece la posibilidad de acumular ovocitos en las pacientes bajas respondedoras (vitrificando los óvulos obtenidos tras varias estimulaciones ováricas). Además, la vitrificación de ovocitos también permitiría utilizar óvulos de donante criopreservados sin tener que sincronizar a la donante con la receptora de óvulos.
Proceso de vitrificación de óvulos
La vitrificación de ovocitos es una técnica de congelación ultrarrápida que emplea elevadas velocidades de enfriamiento y que utiliza sustancias crioprotectoras para proteger a los óvulos y que no se vean dañados en el proceso.
De manera general, el tratamiento de vitrificación ovocitaria se divide en dos pasos diferenciados: uno que depende de los ginecólogos/as y otro que depende de los embriólogos/as del laboratorio.
Obtención de los ovocitos
El primer paso antes de iniciar un tratamiento para vitrificar los óvulos es hacer una ecografía vaginal y una analítica hormonal a la mujer. Estas pruebas permitirán al especialista valorar el estado de la reserva ovárica de la paciente.
Posteriormente, la mujer tiene que pasar por un proceso de estimulación ovárica controlada, al igual que si fuera a realizarse un tratamiento de FIV. Para ello, el ginecólogo indicará a la paciente la medicación hormonal que tiene que inyectarse con la finalidad de que los ovarios desarrollen varios folículos a la vez.
Durante este proceso, la mujer tiene que acudir cada 2 o 3 días a la clínica para hacerse controles y comprobar si el crecimiento folicular es el adecuado. En función de la respuesta ovárica, el ginecólogo puede ajustar la dosis de medicación hormonal y los días de tratamiento.
Finalmente, cuando la mayoría de los folículos hayan alcanzado un tamaño de entre 16 y 18 mm, el ginecólogo programará la punción folicular para obtener los óvulos.
La punción folicular es una intervención sencilla en la que, mediante una aguja ecoguiada, el ginecólogo aspira los folículos para extraer los óvulos de su interior. El proceso dura unos 30 minutos y la mujer se encuentra sedada para evitar molestias.