Retomamos nuestro repaso por el embarazo semana a semana y hoy llegamos a la semana 14 de embarazo, ya plenamente integrada en el segundo trimestre y con todos los cambios que van a suceder entonces.
La madre en la semana 14 de embarazo
Las 14 semanas de embarazo ya serán mucho más llevaderas si has tenido antes síntomas como mareos y náuseas. Además, el que el vientre empiece a ser evidente será un motivo de orgullo y alegría, pues sobresale levemente sin resultar pesado.
Los pechos están considerablemente más grandes y bastante sensibles. Si no lo has hecho antes posiblemente sea el momento adecuado para comprar un sujetador de embarazo, cuidando que no tenga aros y que sea de una tela natural y transpirable. Algunas mujeres rechazan que, en las relaciones sexuales, su pareja toque sus senos, pues puede molestarles, siendo algo completamente normal.
Pueden aparecer nuevos síntomas molestos que con una vida sana, descanso, paseos y una buena nutrición se pueden controlar.
El cuerpo está cambiando, haciendo sitio para el útero que crece. Es normal que exista dolor de espalda, hinchazón de las piernas por retención de líquidos y algunas molestias gástricas, especialmente hemorroides o estreñimiento.
Pasea, come verdura y fruta combinada con proteínas de buena calidad, evita los picantes y las bebidas excitantes o con gas y sobre todo, no dudes en darte un descanso y levantar las piernas cuando lo necesites, lo que será especialmente necesario si hace mucho calor o tu puesto de trabajo es cansado.
Para limitar el dolor de espalda es conveniente usar zapatos planos y asegurarnos de que tenemos el colchón para dormir en buenas condiciones. Algunas mamás necesitan alguna almohada adicional, sea para dormir de lado poniéndosela entre las piernas, sea para dormir un poco sentada y aliviar el reflujo gástrico.
Sin embargo, el dolor lumbar o la ciática si pueden llegar a ser preocupantes y antes de medicarse es conveniente acudir al médico para que nos asesore, especialmente si el dolor es fuerte y aparecen síntomas como problemas al orinar o fiebre.
A medida que la tripa crece la piel va a tener que estirarse. En algunos casos picará, y nada mejor que mantenerla bien hidratada usando aceites adecuados o cremas específicas sin contraindicaciones. Además, seguro que nuestro bebé siente ese momento agradable y relajante del masaje también.
Sin obsesionarse es conveniente ir verificando que el aumento de peso que tienes es adecuado, calculándose un kilo aproximadamente por mes.
Hacer ejercicio durante el embarazo es conveniente, siempre dentro de lo que sea racional y conforme a lo que hacíamos antes. Hay que evitar ejercicios que supongan un levantamiento de peso excesivo y la sobrecarga en los músculos abdominales. Lo mejor es caminar, nadar, pasear en bicicleta o hacer yoga prenatal, lo que nos ayudará a mantenernos flexibles, mantener una buena forma física y sentir bienestar.
El bebé a las 14 semanas de embarazo
El feto crece rápidamente. A las 14 semanas de embarazo pesará unos 30 gramos y medirá aproximadamente 10 centímetros. Parece un bebé en miniatura.
Ya ha desaparecido el saco vitelino y su alimentación procede de la placenta, un órgano que va creciendo con él y del que recibirá alimento y oxígeno hasta después del nacimiento, cuando el cordón deje de latir y de mandarle lo necesario para adaptarse al mundo.
En la semana 14 de embarazo cabeza sigue siendo desproporcionada en relación al cuerpo aunque el bebé ya es perfectamente reconocible como un pequeño humano. Sus rasgos faciales van haciéndose cada vez más evidentes y hasta podríamos ver como hace gestos con los músculos de su cara, se chupa el dedo y la manita.
Bebe líquido amniótico y hace pipí dentro del vientre, agita sus brazos y piernas y parece sentirse feliz en su vida intrauterina.
Terminamos nuestra visita a la semana 14 de embarazo y seguiremos próximamente con nuestro repaso por el embarazo semana a semana.